Antes de las nueve de la mañana ya estábamos todos de nuevo en Poble Nou. A pesar del retraso de ayer seguimos adelante con el plan de rodaje tal cual lo marcó Andrea. Se decide filmar las pendientes un lunes de fiesta. Casi todas las que hay marcadas para hoy son escenas de cama, escenas íntimas que no de sexo. Bueno, muy poco. Bueno, va a haber sexo.
Babeth y Andrea montan un mercadillo textil sobre la cama organizado por colores, tipo de prenda, tamaño (de la prenda) y estilo. La disponen para elegir qué vestuario es el propio para cada escena, probárselo a los actores y que Milca haga las fotos de cada uno de ellos. Mientras tanto el nuevo servicio de cafetería (cortesía de Babeth) se sitúa en la terraza, es decir, la terraza se convirtió en mi espacio natural. Bebiendo y fumando observaba cómo Giuseppe, Marcelo y Giorgio repasaban el guión técnico, Xavi y Kikko ensayaban sus frases y Rafa volvía a aparecer con la bata de seda al viento, el bañador marca paquete y todo lo que ello conlleva.
Casi todas las escenas de hoy corresponden al primer capítulo de la temporada. Teníamos dudas sobre cómo rodar la presentación de cada uno de los personajes y mostrar de forma clara la relación existente entre ellos. Con XAVI y el personaje de Rafa, IVÁN, no fue muy difícil. Los dos personajes se debían conocer en este capítulo y los dos actores apenas se conocieron días antes, con lo que la falta de confianza entre ambos ayudaba al desarrollo de la escena. Respecto a Kikko, el making of de su primera aparición en pantalla dejó bastante claro quiénes son los actores y quienes somos el resto de la humanidad. Debía despertarse en la cama y, por lo tanto, quedarse dormido un rato para que el despertar fuera lo más real posible. Pidió tiempo, pidió soledad, pidió que se apagaran las luces y pidió silencio. A los pocos minutos suena una señal. Vamos a la habitación y le descubrimos cual Norma Desmond, estirado en la cama y levantando el brazo nos dice: “estoy listo, ¡iluminadme!” Lo peor del caso es que al jodío la cámara le quiere.
Tuvimos más escenas de cama. IVÁN y ÁLEX hablando sobre la llegada de XAVI al más puro estilo Noche de Fiesta: los dos sentados en la cama, leyendo y discutiendo sobre su relación (según guión) y su futuro (o cómo seguían actuando fuera de cámara como una pareja). Desde luego hacer ese tipo de comedia no era la intención, pero cuando Rafa apareció con un antifaz para dormir y se metió en la cama, divino e indignado, era inevitable pensar en Pepa y Avelino. Los innombrables recursos de Rafa para potenciarse como Pepa, o como Avelino (el tema de los roles sigue siendo tabú) y las réplicas de Kikko hicieron que viviéramos un show alternativo y casi con ganas de incluirlo tal cual en la serie. Pero no, mejor que no, no es el caso. Mucho más seria, o digamos, diferente fue la escena de sexo, la primera que se rodaba entre ellos. Las maquilladoras ya habían hecho su trabajo, Xavi había acabado de rodar sus escenas y Giorgio, resacoso de la noche anterior sirviendo copas, tampoco tenía que iluminar demasiado. Aun así, lejos de convertirse en una escena íntima, la cola que había en la habitación para ver esa escena no tenía nada que envidiar a las colas del paro del INEM. Ideando la coreografía, trabajando en el reconocimiento de los cuerpos, dejándose llevar por la pasión e irracionalidad descrita en el guión, empezamos a rodar, sin mucha intimidad y mucha expectación. Nervios y tensión que podían cortarse con un cuchillo por todos los factores que os podéis imaginar. Por parte de los actores también. Kikko escuchaba las instrucciones de Giuseppe, Rafa tenía claro lo que tenía que hacer. Todos listos para rodar. Cámara grabando y Kikko, nada mas escuchar la claqueta, se lanza encima de Rafa y éste, sin perder el punto de profesionalidad, lanza un memorable “pero cariño, espera por lo menos a que el director diga acción. Entiendo que no te puedas resistir, pero todo tiene su procedimiento”. Las risas os las podéis imaginar. Aun este momento que sirvió para relajar el ambiente, Marcelo se las vio y se las deseó para seguir los movimientos tan salvajes que nos regalaron. Probablemente volvamos a rodarla otro día, con menos tensión, menos gente y cuando el grado de intimidad y confianza entre ellos sea óptimo. Respecto a todo lo demás, el rodaje hoy ha ido perfecto.
Cenzo Álvarez De Haro
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