6 de febrero de 2011

Diario de Rodaje - DIA 7. ESTO ES UNA FIESTA

Supongo que habrán visto anuncios por las calles, flyers en discotecas y bares, y publicidad en las revistas del gremio: hay fiesta de casa de ÁLEX. Por primera vez han coincidido en el mismo rodaje todos los protagonistas de la serie. También tenemos que dar la bienvenida a nuestra segunda maquilladora en plantilla: la insuperable y siempre espléndida Xenia. Hemos quedado a las tres de la tarde en el piso de Poble Nou. Junto a los protagonistas han sido convocados un grupo de extras cada vez más numeroso. El omnipresente Gerard Valdivia, Gerard Cambra quien realizó el casting para uno de los personajes principales, Marc, Josep, Iain, David, algunos de los que salían en la sauna, un nuevo grupo de chicas… En total unos veinte extras que, sumados al equipo más los actores principales y su calor humano, más los focos y el calor de todo ello, más los paneles que instalamos para eliminar la luz de la tarde convirtió la fiesta en una mezcla de cuarto oscuro con sauna finlandesa, eso sí, con catering y ropa de gala.
Babeth estaba nerviosa como cada vez que tiene que actuar, sensación incomprensible si se tiene en cuenta que es la que prepara a los actores (entre otras funciones, como ya habéis comprobado), pero cuando es ella quien se pone ante la cámara no hay quien la tranquilice. Mireia estaba radiante y el resto, bueno, no hace falta describirlos para que entendáis lo divinas que estaban todas. Mientras las maquilladoras acababan el trabajo con todo el elenco de actores y éstos se relajaban, ya listos y maquillados, en la terraza del apartamento, aprovechamos para rodar alguna escena suelta entre ÁLEX e IVÁN, parando de vez en cuando para hidratarnos, poner el aire acondicionado, abrir la puerta a los extras que seguían llegando y salir al balcón a fumar algún cigarrillo que otro y saludar, a su paso, a los pasajeros de los autobuses que miraban descaradamente el gentío (amariconadamente elegante) que se agolpaba en la habitación. Empezamos a rodar más tarde de lo previsto, hecho que hizo que una vez transcurrido el tiempo marcado poco a poco hubiera extras que debían abandonar la casa. La fiesta a rodar era en honor a XAVI quien sudaba no sólo por el calor de los focos sino por lo que había allí concentrado. Pero uno, profesional donde los haya, si interpreta a un heterosexual lo tiene que seguir interpretando detrás de la cámara. Xavi, admiro tu entereza y tu contención.
Intentamos que la fiesta fuera próxima a cómo define IVÁN en el guión que es una fiesta gay, pero no nos atrevimos a reproducir estereotipos así que no hubo ni colas en el baño, ni colas fuera de ningún sitio ni colas para mirar esas colas, por más que diversas personas de las que prefiero reservar su identidad, sugirieron que así fuera.
La marcha paulatina y anunciada de algunos extras no afectaron a las escenas. Las generales sobre la fiesta ya estaban rodadas a su tiempo. Dejamos para el final las conversaciones de los grupúsculos que, como en toda buena fiesta que se precie, se crearon. Bailaron sin música, bebieron sin alcohol, hablaron sin pronunciar palabra, vaya, que fue una película en toda regla: todo fue mentira. Todo menos las ensaladas, sándwiches y platos de embutido con pa amb tomàquet que fueron desapareciendo paulatinamente. También real el intercambio de algún que otro número de teléfono (la tensión tenía que canalizarse por algún lado, digo yo). Al final va a ser cierto esto de que los rodajes potencian las relaciones. ¡Lo sabré yo!
 
 
Cenzo Álvarez De Haro 



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